
¿En qué invertimos el tiempo que ganamos gracias a los centenares de aparatos diversos que usamos diariamente y que nos permiten llevar a cabo nuestro trabajo más deprisa?
¿Acaso no usamos ese tiempo ahorrado para poder hacer más trabajo?
¿No estaremos, como el avaro de Molière, ahorrando algo que no queremos/sabemos gastar?